¿Cuándo es vital contar con especialistas financieros en la auditoría bajo NIIF?

Por: Rodrigo Cifuentes, socio de Deal Advisory, BDO Interaméricas

En la auditoría, uno de los mayores desafíos es la evaluación de áreas complejas, sujetas a juicio contable y financiero, especialmente bajo el marco de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF). En este contexto, la participación de especialistas financieros se vuelve crítica para asegurar la calidad del proceso de auditoría, especialmente en entidades con estructuras financieras sofisticadas, operaciones complejas o estimaciones contables relevantes.

Las NIIF han incrementado significativamente el nivel de juicio técnico necesario para preparar y auditar los estados financieros. La NIIF 9 (Instrumentos Financieros), la NIIF 16 (Arrendamientos) o la NIIF 3 (Combinaciones de negocios) introducen requerimientos altamente técnicos, en los cuales la interpretación y aplicación correcta puede tener un impacto material en la información financiera.

Uno de los momentos más evidentes en los que se requiere la intervención de especialistas financieros es durante la evaluación del deterioro de activos financieros, según NIIF 9. Esta norma obliga a las entidades a estimar las pérdidas crediticias esperadas, utilizando modelos estadísticos basados en probabilidad de incumplimiento, tasas de pérdida y exposición al riesgo. Para el auditor, validar estos modelos y sus supuestos requiere experiencia financiera especializada, más allá del alcance contable tradicional.

También en la NIIF 9, los instrumentos financieros derivados, las coberturas contables y la clasificación de activos entre amortizado, valor razonable con cambios en resultados o en patrimonio, son áreas que frecuentemente exigen el juicio de un especialista. Su participación permite verificar que las decisiones de clasificación, medición y revelación sean consistentes con las condiciones contractuales y con los criterios normativos.

Otro ejemplo donde el aporte técnico de los especialistas financieros es fundamental es en la aplicación de la NIIF 16. Esta norma transformó la contabilidad de arrendamientos, exigiendo a los arrendatarios reconocer activos por derecho de uso y pasivos por arrendamiento. Determinar si un contrato contiene un arrendamiento, calcular el valor presente de los pagos futuros y definir la tasa de descuento apropiada, son juicios técnicos que, sin la asesoría adecuada, podrían derivar en errores materiales en los estados financieros.

Cuando se trata de combinaciones de negocios bajo la NIIF 3, el uso de especialistas financieros es prácticamente obligatorio. En los purchase price allocations (PPA), es necesario identificar, medir y asignar valor razonable a activos tangibles e intangibles adquiridos, así como determinar el goodwill. La valoración de activos intangibles como marcas, relaciones con clientes, tecnología o licencias requiere modelos financieros robustos, conocimiento del mercado y aplicación adecuada de técnicas de valoración.

En estos procesos, el auditor necesita evaluar la razonabilidad de los supuestos y metodologías usadas por la gerencia o sus asesores. Aquí, el especialista financiero actúa como un puente entre la auditoría y la economía financiera, facilitando una comprensión profunda de las técnicas utilizadas y ayudando a identificar posibles errores o desviaciones relevantes.

Asimismo, las pruebas de deterioro del valor del goodwill o de activos intangibles con vida indefinida, bajo la NIC 36, son áreas que típicamente requieren apoyo financiero. Estas pruebas implican proyecciones financieras a largo plazo, cálculo de tasas de descuento, análisis de sensibilidad y evaluación del valor recuperable, aspectos que requieren experiencia en finanzas corporativas, riesgos y valuación.

Los especialistas financieros también agregan valor en la auditoría de empresas que aplican modelos de valoración de inversiones, como fondos de capital privado, compañías de seguros o entidades con portafolios de inversiones significativas. La validación de estas valoraciones requiere el dominio de metodologías como el flujo de caja descontado (DCF), múltiplos de mercado, opciones reales o valor razonable observable en mercados no activos.

Además, la auditoría de provisiones contables complejas bajo la NIC 37 o de contratos de largo plazo bajo la NIIF 15 puede beneficiarse sustancialmente de la intervención de especialistas financieros, especialmente cuando se requiere analizar costos futuros, compromisos contractuales y niveles de incertidumbre.

Un ejemplo ilustrativo puede encontrarse en la auditoría de una empresa del sector energético que ha capitalizado activos intangibles relacionados con concesiones. La valoración y prueba de deterioro de estos activos, así como el tratamiento contable de los costos de desarrollo, requiere análisis detallado de flujos de efectivo, riesgo regulatorio y aspectos legales que deben ser evaluados en conjunto con el especialista financiero.

Es importante destacar que la participación de estos especialistas no sustituye el juicio del auditor, sino que lo fortalece, aportando evidencia técnica de alta calidad para áreas que tradicionalmente se consideran de mayor riesgo. También permite que el auditor documente adecuadamente su evaluación, lo que reduce el riesgo de omisiones, errores o cuestionamientos por parte de entes reguladores o supervisores.

Desde la perspectiva de la revisoría fiscal, que en muchos países cumple funciones tanto de auditor como de fiscalizador del cumplimiento legal y normativo, la inclusión de especialistas financieros permite elevar el estándar técnico del trabajo, especialmente en sectores regulados o intensivos en activos financieros o contratos complejos.

Finalmente, la decisión de cuándo incorporar un especialista financiero en la auditoría debe basarse en una evaluación de riesgos, complejidad de las estimaciones, materialidad de las partidas y grado de juicio involucrado. En contextos donde estos factores están presentes, su participación no solo es recomendable, sino crítica para garantizar una auditoría de alta calidad.

Contar con un equipo de especialistas financieros con profundo conocimiento de las NIIF, no solo desde la perspectiva contable, sino también desde el análisis financiero, la valoración y el riesgo, se ha convertido en un componente fundamental para asegurar la calidad y profundidad del trabajo de auditoría. Las exigencias normativas actuales demandan una comprensión técnica que va más allá de la revisión tradicional, especialmente en áreas como instrumentos financieros, arrendamientos, deterioros y combinaciones de negocios.

En este contexto, las firmas de auditoría que integran equipos multidisciplinarios con experiencia financiera especializada están mejor posicionadas para responder a los retos del mercado, entregar mayor valor a sus clientes y fortalecer la confianza en los estados financieros auditados. En particular, para quienes contratan auditorías estatutarias, es determinante asegurarse de que el equipo asignado cuente con las capacidades técnicas necesarias para atender adecuadamente los nuevos requerimientos normativos y financieros. La presencia de estos especialistas no es un valor agregado opcional, sino un elemento clave para una auditoría que cumpla con los más altos estándares de calidad y confiabilidad.
 



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