Un mercado cada vez más exigente con los servicios de auditoría y aseguramiento, demandan de las firmas un compromiso fuerte con la calidad de dichos servicios. Los episodios donde se devela que las firmas auditoras debieron ser más cuidadosas con su trabajo, ante situaciones de fraude, son cada vez más habituales. Por tanto, países y órganos lideres en regulación de la auditoría plantean cada vez más exigencias a las firmas. Tal es el caso de Reino Unido donde se tramita un proyecto de ley para que, entre otras cosas, se vigile las auditorías de empresas grandes (no solo los que cotizan en bolsa). Además, busca que se acabe la dominancia de unas pocas firmas, dando paso a otras firmas (las “challenging firms”) mediante auditorías compartidas; y que esta mayor competencia, a su vez, suscite mayor excelencia en las auditorías. Otro ejemplo es la entrada en vigor a nivel internacional de la ISQM1 e ISQM2 (en conjunto: Normas internacionales de gestión de calidad por sus siglas en Ingles) que robustecen el sistema de gestión de calidad, con el mismo objetivo.
¿Qué estamos haciendo en BDO en Colombia para adaptarnos a este entorno cada vez más exigente? En BDO, nuestro compromiso viene del nivel más alto de la organización, siendo la calidad la prioridad más alta para nuestra organización. Nuestro gobierno corporativo y objetivos estratégicos están permeados por un apetito de calidad sin precedentes.
Recientemente, en la encuesta anual de calidad que adelantamos entre los profesionales de distintas áreas, encontramos que el 98% respondió estar de acuerdo o totalmente de acuerdo con la pregunta “¿Creo que la firma está comprometida a demostrar comportamientos éticos?”. Por otra parte, el 99% de los encuestados, dicen estar de acuerdo o totalmente de acuerdo con la afirmación: “BDO Colombia está comprometida con la ejecución consistente de trabajos con calidad, al servicio de nuestros clientes, inversores y accionistas”. Sin duda, hemos dado grandes pasos hacia una cultura de calidad y ética.
En términos generales, nuestro modelo de calidad, recientemente actualizado, es flexible y responsivo ante las variables de riesgo de calidad; fortalece nuestras actividades de monitoreo, pero, sobre todo, como se mencionó, promueve una cultura de estricta acogida de la calidad.
Repetidamente, se ha observado en las inspecciones sobre las auditorias que la falta de escepticismo continúa siendo uno de los problemas a atacar. En nuestra línea de auditoría y aseguramiento, el talento, como en toda la firma, es la base de la cultura de calidad, pero ¿cómo garantizamos que nuestros profesionales tengan una mentalidad escéptica, y que no se inclinen por información corroborativa? Es decir, ¿cómo evitamos el sesgo, por ejemplo, el de confirmación o anclaje donde se les da peso a las primeras percepciones? Es un reto enorme, pero estamos seguros de que hemos recorrido un camino importante para que nuestras auditorías y otros trabajos de aseguramiento tengan el nivel de exigencia requerido. En el 2022, están ocurriendo cambios importantes en las normas de auditoría, como la implementación temprana (a nivel internacional) de la NIA 220 (revisada) Gestión de la calidad para una auditoría de estados financieros. Allí, se hace énfasis en la necesidad cada vez más imperante de evitar el sesgo en nuestro trabajo y contemplar siempre posible evidencia contradictoria en el curso de nuestro trabajo. Esto implica objetividad y debido cuidado profesional. Por eso, no titubeamos en asignar revisores de calidad para los diferentes trabajos, en ejecutar programas de inspección de clientes y capacitar a nuestros profesionales en la aplicación de un marco de juicio profesional. Pero nuestro mayor resultado, lo obtenemos siempre en nuestras actividades diarias, donde nuestros socios se esfuerzan a diario para dar ejemplo, direccionar el trabajo y consultar cuando sea necesario; todos antídotos al sesgo. En general, somos más rigurosos incluso de lo que requiere la norma, porque estamos convencidos que la calidad no es una ley sino una cultura.
Las normas son más exigentes con los servicios de auditoría y aseguramiento, pero ¿por qué no extender estas buenas prácticas de calidad a toda la firma? Hemos sido cuidadosos en que las buenas prácticas de calidad también se implementen en las demás líneas de servicio (impuestos, legal, outsourcing, etc.) de tal forma que, se asocie siempre la marca BDO con calidad.
Nuestras partes interesadas “stakeholders” pueden ver así, que no solo trabajamos en pro de cumplir los estándares profesionales y demás exigencias, sino que nuestro derrotero es asegurar que se mantenga la confianza en la profesión, nuestra marca y por su puesto en la información financiera que aseguramos; factores clave para cualquier economía.